Mural colaborativo en hall de entrada

En un mundo donde la medicina y el arte convergen para sanar no solo el cuerpo, sino también el alma, nació la necesidad en el Hospital de Torrejón de Ardoz de encargar un cuadro mural que iluminara su hall principal. Este mural no sería un proyecto común; sería una obra colaborativa que fusionaría el arte del graffiti realista con el realismo de la medicina. El objetivo era claro: transmitir alegría y agradecimiento.

Imagen 2 proyecto Hospital de Torrejón de Ardoz

Desarrollo del Proyecto

Creando Alegría y Gratitud en el Hospital de Torrejón de Ardoz.

El proceso de creación de este cuadro mural fue una experiencia única en sí misma. Comenzó con la fase de boceto y diseño digital, donde artistas especializados en muralismo y realismo trabajaron incansablemente. La fachada del hospital se plasmó con precisión, capturando cada detalle arquitectónico. Luego, las formas abstractas y los colores se incorporaron estratégicamente alrededor de la fachada, creando un contraste armonioso que simbolizaba la unión de la ciencia y el arte.

La tipografía que escribía «gracias» en el mural era un testimonio del agradecimiento de la comunidad hospitalaria. Cada letra tenía un significado profundo, representando la gratitud de los pacientes y el personal médico. Este mural no solo era una obra de arte, sino una expresión palpable de la conexión humana y la solidaridad.

Parte esencial del proceso fue la colaboración de los empleados del hospital. Médicos, enfermeras y asistentes se unieron a los artistas profesionales en la fase de ejecución, despegando las plantillas que revelaban la palabra «gracias». Fue un acto simbólico, recordándoles que su labor es apreciada y valorada por la comunidad.

El resultado

Sanación a Través del Arte: Un Nuevo Amanecer».

El proyecto del cuadro mural en el Hospital de Torrejón de Ardoz no solo embelleció el hall, sino que también transformó el ambiente hospitalario. La unión del arte, el graffiti realista y la tipografía destacada lograron transmitir alegría y agradecimiento de una manera tangible. Cada detalle del hospital se representó con fidelidad, y las formas abstractas de colores añadieron vida y vitalidad al entorno.

La participación activa de los empleados del hospital fortaleció el vínculo entre el personal y los pacientes. La palabra «gracias» se convirtió en un recordatorio constante de la importancia del cuidado y la compasión en el mundo de la medicina. Este proyecto no solo es necesario, sino que ha mejorado la experiencia de los pacientes y el espíritu del hospital en general, demostrando que el arte puede sanar y unir a las personas de una manera única y conmovedora.

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